Intercambio con alumnos de Caen (Francia)
Casi 890 kilómetros separan Barcelona de Caen, dos ciudades en las que se hablan unas de las lenguas más habladas del mundo, el francés y el español. Una veintena de alumnos españoles estudian francés en el colegio Padre Damián, y una veintena de alumnos franceses estudian español en la escuela Saint Pierre. Este año se ha realizado un intercambio entre las dos escuelas para mejorar el nivel de las lenguas que son estudiadas en cada escuela respectivamente.
En primer lugar, fueron los alumnos franceses que vinieron a Barcelona, esto sucedió la semana anterior. Llegaron al aeropuerto de Barcelona el sábado 30 de mayo por la noche y cada familia acogió a su correspondiente. El domingo era día libre, es decir, cada familia hacía lo que quería con su correspondiente. Durante la semana, se han tenido que levantar temprano, como si hubiera clase normal, pero realmente no había clase normal. Este intercambio no sólo ha servido a los franceses para mejorar el español, también han conocido los lugares turísticos más conocidos y más bonitos de Barcelona, realizando actividades y visitas variadas y entretenidas.
Ha sido una semana intensa la que se ha establecido una buena amistad entre los franceses y los españoles gracias a los profesores, que organizaron este intercambio. Entre las actividades, se encuentran visitas a la Sagrada Familia, Casa Milán o La Pedrera, Plaza Cataluña y muchos más lugares. Sin duda, el sitio más gustado por los franceses, y no sólo para ellos, también para los españoles, fue la visita al Camp Nou ya la Pista de hielo. Fue un gran día, donde se patinó un buen rato y seguidamente, se realizó una visita por el museo del Fútbol Club Barcelona y también, se entró en el propio estadio.
Con tristeza, los españoles se despidieron de los franceses el 5 de abril por la mañana en el aeropuerto. Este intercambio no termina aquí, aunque falta que, en junio, los españoles vayan a visitar Caen, donde se reencontrará la amistad establecida entre franceses y españoles. Sin duda, un intercambio muy productivo y una experiencia inolvidable.
Por Pedro Bedós
