La Disciplina Positiva, el camino
A principio de curso os hablábamos de la Disciplina Positiva.
Estamos convencidos de que una educación amable y firme es posible y éstos son los pilares de esta metodología.
El equilibrio entre la amabilidad y la firmeza es la clave. Y creemos en la conexión existente entre las emociones y las conductas de los niños. Saber expresar lo que sienten, nos ayuda a entender por qué actúan (ya sea acertada o equivocadamente).
Hace unas semanas, Maestros de la escuela asistieron a una formación de Disciplina Positiva Infantil impartida por Angie de Impliquo, psicología infantil y juvenil, certificada en coaching por valores y facilitadora oficial de “Cómo hablar para que tus hijos te escuchen y cómo escuchar para que te hablen”. También es educadora de padres y maestros de Disciplina Positiva y Entrenadora de Educadores por la Asociación Americana de Disciplina Positiva. Además, Angie está haciendo un acompañamiento en unos cursos concretos.
Las Maestros que recibieron la formación han compartido con las compañeras de infantil y los maestros presentes en los acompañamientos de Angie, están compartiendo todo lo que aprenden con los demás maestros para que todos caminemos en el mismo sentido.
La finalidad es conseguir implicar, hacer partícipes a los niños de su propia educación. Hacerles entender porqué es necesario que hagan algo, aunque no les guste y, de buscar estrategias y soluciones que les ayuden a realizar lo que se les pide.
Los beneficios para nuestros alumnos son
- Darse cuenta de lo que son capaces
- Contribuir de forma positiva y sentirse necesarios en el grupo-clase
- Tener capacidad de comprender las emociones (las propias y las de los demás)
- Tener capacidad para trabajar con los demás
Definitivamente, la Disciplina Positiva, es el camino.